Si decidiste ser un profesional
de la cocina, si ya lo eres, o si tan solo eres un aficionado de los buenos
platos, deberías saber que en el equipamiento
de hostelería, nunca deben faltar determinados utensilios.
En la medida de lo posible, es
importante invertir en estos, ya que con su ayuda podremos cocinar mejor y más
rápido. Pero no estamos aquí para hablar de cuchillos de calidad, licuadoras, o
pasapurés, sino de los materiales que no debemos pasar inadvertidos y de otros
que es recomendable desechar.
En la Industria agroalimentaria, desde
tiempo de los romanos, es habitual el uso de la madera entre los utensilios de
la cocina tanto en las tablas para el cortado y/o picado, así como en
cucharones,… tanto por parte de muchos profesionales, como aficionados. Ya sea
por desconocimiento o por costumbre, es un error habitual ¿Por qué? ¿Sabías que
la madera, es porosa? ¿y que por tanto contamina los sabores?
No importa que el cucharón esté
limpio. Al probar el plato que estamos elaborando, el gusto de la madera queda
impregnado en nuestro paladar.
¿Quién no ha notado ese sabor?
Para percibirlo, no es necesario ser un profesional. Todos hemos podido
degustar el sabor seco de la madera en nuestro en alguna ocasión.
Por el contrario, el plástico, es
mucho más higiénico y no desprende sabores a los alimentos que cocinamos.
Convirtiéndose en un elemento indispensable en la restauración profesional. El
plástico ofrece al cocinero igual calidad que la madera, al mismo precio y
mayor higiene, evitando en todo momento la contaminación de los sabores.