martes, 21 de febrero de 2012

La ropa adecuada para trabajar en la cocina

En muchos trabajos hay que respetar una indumentaria específica, eligiendo la ropa adecuada dependiendo de la persona, el lugar y las tareas que desarrolla para su trabajo. En el caso del cocinero también hay que tener cosas en cuenta, pero sobre todo que su ropa nunca sea una fuente de contaminación para los alimentos.

Según las nuevas reglamentaciones el cocinero puede vestirse como lo desee siempre que su ropa esté en perfecto estado de limpieza y mantenimiento para no perjudicar a los alimentos. Hasta hace pocos años en los que se va incluyendo el estilo personal de cada cocinero, la ropa que se imponía era la de color blanco ya que era el color donde mejor se quitaban las manchas y a la vez ofrecían una imagen de limpieza y pulcritud. En las cocinas industriales está desapareciendo esa uniformidad y ya se puede elegir entre la variedad de prendas de diferentes estilos y colores. En muchos casos cuando el dueño elige al fabricante de cocinas industriales y selecciona en el catálogo el equipamiento hostelería, también selecciona el color y las prendas de sus trabajadores para que vayan con la imagen del local.
El objetivo de tener una indumentaria diferente a la ropa de calle es limitar el aporte de contaminantes que proceden del exterior de la cocina y que pueda portar el manipulador, por eso la ropa de diario no debe entrar en la cocina ni guardarla junto a la ropa de trabajo. Tanto los zapatos como las botas deben mantenerse limpios, sobre todo las suelas que es donde se acumula la mayoría de la sociedad, además los que se usen para trabajar deben ser cómodos ya que el trabajo del cocinero requiere estar mucho tiempo de pie y debe prevenir resbalones y caídas ya que en la cocina hay muchas zonas de aguas.
Por último el uso del famoso gorro de cocinero que se debe utilizar para recoger el sudor y evitar la caída de pelo en los alimentos.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Fondue, una cocina de invierno

Con el frío de invierno lo que pide el cuerpo es entrar en calor y se puede realizar en gran parte con los alimentos y el modo de preparación que escojamos. Estos meses son el momento idóneo para tomar sopas, cremas, purés y guisos bien calientes. A la hora de comer a nuestro cuerpo tanto en nuestra casa como cuando vayamos a restaurantes con cocinas industriales, lo que le apetece es algo muy caliente, que nos ayuden con su aporte calórico y su sabor,a combatir las bajas temperaturas.

A parte de las recetas más conocidas en el recetario invernal, con algunos consejos y un poquito de imaginación, pueden ampliarse los platos, ya sea añadiendo nuevos ingredientes o utilizando otras técnicas y en este caso os proponemos cocinar fondue.

La fondue es un plato perfecto para el invierno, que además de ser una magnífica forma de entrar en calor tiene otras ventajas ya que se trata de una receta sencilla, que se prepara rápido y no necesita ser organizada con mucha antelación, solo necesitamos los ingredientes, la sala limpia y ¡a cocinar!. Pero son muchos los tipos de fondue dependiendo de los alimentos que elijas, los más recomendables son:
-       De queso: es la fondue original. Necesitas un recipiente de barro ancho, pero no muy profundo y con mango para poder transportarlo. Se rellena de queso cortado en láminas (puede ser de distintos tipos) y se mezclan con vino blanco (siempre a mitad de la cantidad de queso) y remover. El acompañante será un pan blanco con mucha corteza.
-       De carne: se calculan 200 gramos por persona en pedacitos muy pequeños y que cada uno lo deje haciendo hasta su punto de preparación preferido. Se aconseja acompañar con salsas previamente preparadas.
-       China: esta variante es con carne cortada en láminas muy finas y cocidas en caldo de verdura. Se prepara con el aceite del recipiente y se acompaña con fideos, salsas y arroz blanco.
-       Chocolate: esta para los más dulces. Se pone como postre y se moja en el chocolate cachitos de fruta o de bizcocho.